Hay un niño que pasará gran parte de su adolescencia recibiendo burlas, gracias a un video que lo muestra “medio drogado,” después de una ida al dentista con anestesia incluida.
David, seguramente no estará muy contento con que sus padres hayan subido el video, pero ellos tendrán como pagarle la terapia, ya que los videos virales han resultado ser un estupendo negocio para quienes los suben a YouTube.
Por videos virales, se entiende aquellos videos que se hacen populares por el boca a boca (muro a muro, tweet a tweet, etc). YouTube, comparte parte del dinero obtenido en publicidad, con aquellas personas que lo subieron a su red.
Así, la familia del ya no tan pequeño David (tenía 7 el 2008, cuando se grabó el video), se ha embolsado más de $100 mil dólares por parte de YouTube, con un video visto por más de cien millones de personas.
Cabe mencionar, que sus padres también ganan un par de dólares más, a través de un blog con tienda temática incluida (Acaso no quisieran una camiseta con la cara de David y el texto “This is real life?).
Otros casos, como el de Charlie bit my finger, el bebé que se ríe cada vez que rompen un papel, los gemelos que se comunican en su extraño idioma, etc, también han llenado las billeteras de sus afortunados padres.
Ya sabes, persigue a tus niños con una cámara de video, nunca sabes si sus momentos graciosos, pueden librarte de deudas, comprarte un auto y, obviamente, pagar la terapia sicológica por el trauma que les quedará al ser estrellas de YouTube.
Por si no lo han visto, acá con ustedes «David after Dentist».