El verano es cuando más necesitamos cuidarnos del sol. No es solamente porque el tomar sol de forma incorrecta vaya a hacernos sentir unos días de molestias y que el aspecto de la piel sea desparejo y desagradable. No tomar las precauciones necesarias al exponernos al sol nos hace vulnerables a enfermedades como el cáncer de piel, y además provoca el envejecimiento prematuro.
Lo mal que nos cuidamos del sol es alarmante, de hecho, sólo el 34% de los adultos indicó que aplica protector solar con SPF 15 o una graduación mayor, a pesar de que un tercio de los adultos reportó haber tenido una quemadura de sol en el último año en una encuesta realizada por expertos. Parece que no aprendemos de nuestros errores.
Seguramente más de un lector de este artículo haya sentido que formaba parte de esas estadísticas. Pues bien, no es momento de lamentarse sino que es el momento de tomar medidas para proteger tu piel del sol no sólo en el verano, sino todos los días del año. Recuerda que los rayos dañinos ultravioleta (rayos UV) no sólo irradian a la Tierra durante el verano o la primavera, sino que están presentes en todas las estaciones.
Protégete con la ropa
Si vas a pasar todo el día fuera (por ejemplo un día de playa), lamentablemente el protector solar no es suficiente. El protector solar funciona mejor cuando se combina con otro tipo de protección solar, como camisolas de manga larga, pantalones sueltos, y sobre todo gorro. No es que no puedas estar en traje de baño, pero no deberías pasar horas así y sin usar sombrilla.
Usa el protector correcto
Debería tener un SPF mayor a 15, pero si eres de piel muy blanca y sensible, es recomendable usar de 30 en adelante. Además, escoge una marca confiable (no te dejes seducir por las ofertas) y verifica la fecha de vencimiento. Puedes encontrar más información sobre los protectores en los sitios web de fabricantes como Nu Skin.
Úsalo de forma correcta
Una vez que te asegures de haber elegido un protector solar competente, debes tener en cuenta que usarlo bien es igual de importante. Por ejemplo, muchas personas se colocan protector pero no lo hacen en la espalda porque no llegan con sus propias manos. Eso les trae graves consecuencias. Busca un amigo que pueda ayudarte. Además, debes volver a colocarte protector varias veces al día, si vas a estar al sol durante más de una hora.
Busca la sombra, pero no confíes en las nubes
Por último, toma una decisión que no solo es consciente, también es cómoda: si vas a estar al aire libre todo el día, busca la sombra. Refúgiate en la de los árboles, y no vayas a la playa sin sombrilla. Vamos, nadie quiere estar realmente tantas horas bajo el sol, es incómodo. Lo hacemos para broncearnos, pero realmente puede traer malas consecuencias. Además, no confíes en los días nublados: las nubes son engañosas, los rayos UV del sol las atraviesan.