Hace poco publicamos la primera parte de este post, «Imagen para etiquetar con las enfermedades de las caricaturas más famosas – Parte I», pero solo describimos a 5 de los personajes del gráfico; ahora seguiremos con las 6 caricaturas que faltan.
El detalle continúa con las próximas caricaturas, ya que la versión en inglés tienen «condiciones médicas» distintas a la versión en español. Comentaremos en resumen estas enfermedades pero luego tienes que poner atención a los personajes para que los veas con una nueva luz, diferente a como los has visto siempre.
Yosemite Sam – Demencia Senil
A los que conoce a este personaje de grandes bigotes rojos que siempre anda disparando sus pistolas y que pierde su cordura ante cualquier altercado, seguramente se habrán dado cuenta de que sufre de un problema de ira. Según el diagnóstico médico que se haría a cualquier persona con estos síntomas: ira abrupta, pérdida de cordura y control, falta de atención, etc., sumando la edad, se podría decir que Yosemite Sam sufre de Demencia Senil.
Eeyore – Narcolepsia
Uno de los personajes de Winnie de Pooh, el burro morado que siempre se duerme en todas partes y que tiene una profunda tristeza, es un candidato perfecto para la narcolepsia; la cual es una enfermedad en donde el individuo se duerme en cualquier momento por cortos periodos, debido a una falta de oxigeno. Yo diría que Eeyore también sufre de mucha depresión.
Pepe Le Pew – Adicción Sexual
El zorrillo que corre detrás de una gata negra manchada en busca del «amor», lo hace con una intensidad y empeño que parece casi disfuncional. Pepe Le Pew es candidato para tener una adición sexual, por supuesto incontrolable, y sus potenciales parejas desaparecen por su profundo olor a zorrillo.
El Demonio de Tasmania – Cambios abruptos de humor
El Demonio de Tasmania cambia de humor con una facilidad abismal, pasa de una tranquilidad aparente a un violento recorrido con gritos y vueltas frenéticas, en donde va destruyendo todo.
El Marciano Marvin – Complejo de Napoleón
Este Marciano, a pesar de no estar en un gran número de caricaturas, la mayoría de las personas lo reconoce. Es un personaje pequeño, que siempre está tratando de hacer cosas gigantescas para probar su valor; esto normalmente se le atribuye a la condición médica llamada Complejo de Napoleón.
El Gato Silvestre – Desorden del Lenguaje Severo
De último pero no menos importante, el Gato Silvestre quien dedica su vida entera a perseguir a Piolin, cuando habla bota mucha saliva y se le entiende muy poco de lo que dice. Las personas que tienen esta condición suelen vivir humillaciones y dolores físicos, pero en la caricatura esta forma de hablar le da un efecto cómico a la historia.
Estoy segura que si vemos otros personajes, encontraremos muchas más afecciones cómicas que definen la personalidad de la caricatura y le dan un toque cómico a sus acciones.
Enlace: Enfermedades de las caricaturas