La red social de imágenes conquistó al mundo de la mano de sus característicos filtros vintage, que hicieron que el mundo se viera amarillo. Sin embargo, y aunque suene difícil de creer, los filtros no siempre quedan bien en tus fotos y hasta pueden arruinarlas. A la hora de editar tus imágenes, evita sobrecargarlas de colores y efectos o te transformarás en una nueva víctima de la popular aplicación.
La aplicación para móviles nos permitió editar de manera rápida y muy simplemente todas las fotos que tomemos con nuestro celular. Su característica más destacable son los filtros que le dan ese aire vintage a nuestras imágenes. Sin embargo, algunos usuarios no saben cuándo deternerse y aplican demasiados efectos, provocando que la imagen pierda muchos detalles y todo el sentido.
¿Cómo puedes evitarlo? Algunos pequeños tips te ayudarán a reconocer una foto sobrecargada de efectos y podrás evitar que tus contactos se preocupen por tu salud ocular. Si tu piel, o la de tus amigos, se torna amarilla; si los halos de luz se convierten en extrañas figuras o el hermoso paisaje que deseas mostrar pierde todo su color y recuerda a una película de terror,… quita el filtro.Si aparece un aura alrededor de las personas o si sus rasgos faciales son inexistentes, quita el filtro. El objetivo de los efectos es mejorar la imagen y no transformarla al punto de que sea incomprensible. Tenlo en cuenta a la hora de editar las fotos y recuerda que muchas veces, menos es más. Si eres usuarios de Instagram, puedes ver nuestra Guía para usar Instagram y no matar de aburrimiento a tus seguidores o nuestro artículo sobre cómo Grabar videos, editarlos y agregarles filtros.