Estar registrado en una red social puede ser adictivo; nos permite decir lo que pensamos, lo que sentimos y los que nos pasa, para compartirlo con todos los contactos que tenemos en nuestro perfil. Podemos además ver lo que les pasa a todos nuestros amigos. Es una excelente forma de mantenerse comunicados, y ser sociales aunque de una forma virtual.
Al decir lo que pensamos a través de una computadora a quien quiera escuchar (o leer), nos sentimos un poco menos cohibidos de lo que decimos, y de la reacción que eso puede tener al ser finalmente leído.
Muchos son los casos que existen sobre personas que han perdido sus trabajo por hablar de más dentro de sus perfiles, o hacer el comentario equivocado en un lugar que está abierto a que cualquier persona dentro de tu red pueda ver. En 10puntos puedes leer sobre 10 ejemplos de cómo puedes perder tu trabajo gracias al mal uso de una red social.
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